CRITICA TEATRAL: LA MUERTE Y LA DONCELLA PRODUCCIÓN DE IVC- TEATRE PRINCIPAL DE VALENCIA

Por: Vicent Vila, autor teatral

FELIZ REENCUENTRO

Tuve el placer de disfrutar de esta pieza en una sesión exquisita, cercana e íntima como lo es en sí mismo el espacio del Teatre Rialto…

En ella, todo funciona como un mecanismo milimétrico, natural y rítmico en el que no hay lugar para la improvisación. Asun Noales, una de las coreógrafas más destacadas de la danza actual,  lo ha calculado y medido todo para deleitar al público en lo misterioso, lo sugerente, lo tenebroso, lo irónico y lo más profundo, para dejar huella ética y estética en la pieza y hacernos reflexionar sobre la vida y la muerte a través de la danza.

Dudo que Shubert en su humilde cuarteto de cuerda se atreviese a soñar en que años después su composición fuera tratada por Telemann Rc, el responsable de la banda sonora con tanta audacia, energía, brillantez y respeto.

También formando parte de la efectiva maquinaria destaca la escenografía del resolutivo y eficaz Luís Crespo, contundente, sorpresiva y que como una elaborada caja de música se abre y cierra para mostrar un universo escénico con aparentemente gran simplicidad.

Juanjo Llorens, al frente de la iluminación abunda en todo lo anterior y una vez más nos sorprende con su paleta cromática, tenebrismo y en momentos comicidad y juego cómplice a lo que se suma Victoriano Simón que completa la maestría del conjunto con su vestuario de una simplicidad, trazado oportuno y de gran belleza.

Los intérpretes, ellas y ellos, todos a la altura de la propuesta aportan gran energía, soltura y empeño, se dejan al alma en escena y brillan con propia luz. Si hubiera que destacar alguno sería a Carmela García y Eduardo Zúñiga que soportan felizmente el protagonismo de la propuesta.

Temía que el paso a un escenario más grande como lo es el del Principal quitara atractivo y belleza a este maravilloso sueño, pero ¡Prueba superada! no solo no ha perdido su intimidad si no que ha ganado en grandeza, brillantez, belleza y potencia escénica, responsables de todo ello son los grandes profesionales que crearon y adaptaron el espectáculo a los que felicito y más felicidades aún al IVC por esta apuesta.

Lógicamente los reconocimientos no se han hecho esperar: tres Premios Max a la mejor coreografía, Mejor espectáculo de danza y Mejor diseño de iluminación y finalista al mejor espacio escénico y actualmente nominado en varias categorías en los Premios de las Artes Escénicas Valencianas. ¡Tiempo al tiempo!

Fotos: Laura Antón – IVC
Fotos: Laura Antón – IVC
error: Content is protected !!