LA CRÍTICA FEMINISTA DESDE EL ARTE SE EXPONE EN DENIA

NI UN PASO ATRÁS con Ángela García Codoñer, Isabel Oliver, Maribel Domènech
Vanguardia del arte feminista en Valencia se expone en Sala L’Èstació de Dénia hasta el 28 de marzo
La crítica feminista desde el arte, denominado arte feminista, comienza en los años sesenta del
siglo XX en USA y se consolida llegando a Europa en la década de los setenta. Forma parte de la
denominada Tercera Ola Feminista a la que tanto tenemos que agradecer la actual situación
de la mujer.
La exposición que presentada, Ni un paso atrás. Vanguardia del arte feminista en Valencia,
comisariada por María Victoria Margarida, quiere dar a conocer la generación de estas
mujeres que participaron del movimiento desde su arte con una selección de obras de tres
importantes artistas valencianas: Ángela García Codoñer e Isabel Oliver, pioneras del arte
feminista en España en los años setenta, y Maribel Domènech siguiendo su estela en los
ochenta.
La muestra pretende invitar a reflexionar sobre la genealogía del movimiento feminista.
Conocer la historia de las mujeres que durante siglos han vindicado el derecho de la mujer a
ser considerada género humano en igualdad con los hombres, logra fortalecer y consolidar la
conciencia feminista. Es empoderamiento.
Las tres artistas han compaginado su investigación artística con la docencia como catedráticas
en la Universidad Politécnica de Valencia.
Isabel Oliver presenta tres obras, dos de ellas inéditas, que pertenecen a la serie Paseos por el
Museo (2022) en la que proyecta una relectura del pasado para comprender problemas del
presente y provocar una renovación en la mirada hacia los clásicos: cuestiona el uso que se
hace del cuerpo femenino en la historia de la pintura construida enteramente desde la visión
patriarcal.
Ángela García Codoñer presenta obra de la serie Misses (1974) en la que realiza una crítica
rotunda hacia los estereotipos femeninos asignados a la mujer; los inocentes sueños de
princesas truncados por la aplastante realidad de la mujer como objeto del deseo masculino.
Maribel Domènech presenta dos trabajos: Géminis (1994) y Acción contínua (2004) ambos
caracterizados por el hecho de tejer en la intimidad de lo cotidiano y la soledad reflexiva del
momento y el acto: el vestido compartido como símbolo de la igualdad entre los dos sexos y el
acto de tejer con cables domésticos como fórmula de crear conexiones que faciliten la
comunicación. Feminismo de progreso y concordia.
Si valoramos lo que hemos heredado de manera gratuita del esfuerzo de otras mujeres que
lucharon antes, sin duda es moralmente ético levantarnos y decir: Sí, soy feminista.
Annie Lenox, cantante y activista.

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