Crítica Teatral
Producción Testime Teatre
ARTEA ESPAI – Valencia
Por: Vicent Vila, autor i director teatral
Fotografías de Testime teatre
Artea Espai abrió sus puertas en 2018, pero tristemente tuvo que hacer el eterno paréntesis de la pandemia, por lo que perdió prácticamente dos años de vida y que las entidades responsables de las Ayudas a las Salas Teatrales aún no hayan podido valorar el esfuerzo realizado y sea uno de los espacios con menos apoyos de la ciudad a pesar de las producciones estrenadas y que es la única sala de teatro de la zona, haciendo de esta manera, que la cultura sea accesible y atractiva para la gente del barrio de Nou Moles. No obstante, hay que resaltar el apoyo prestado por el IVC Institut Valenciá de Cultura.
Por aquel entonces Eduardo Escartí y Miquel Aparici pusieron en marcha el proyecto contando con un equipo humano ajustado, profesional, eficaz, amante de su trabajo y por encima de todo cálido y amable, como lo es el espacio que cuenta con la Sala de teatro y una Escuela.
Dentro de su programación, pude disfrutar de la reposición de Te quiero, eres perfect@, ya te cambiaré, que estrenada en su versión castellana en diciembre pasado, vuelve a esta sala durante una corta exhibición.
Este musical creado en el Off Brodway en 1997 por Joe Dipietro y Jimmy Roberts llegó en su día a España avalado por sus diferentes versiones y críticas por todo el mundo. Un musical imprescindible, de pequeño formato puesto en escena por cuatro intérpretes-cantantes y que aquí nos llega de la mano de Miguel Aparisi, adaptador, director y actor en el espectáculo, quien conoce no solo la pieza, ya que la montó en versión valenciana en el año 2007, sino también al equipo artístico con el que la pone en pie con lo que borda su trabajo y lo adapta brillantemente a su favor en todos los sentidos.
El espectáculo tiene un doble reparto, pero en esta ocasión disfruté de los intérpretes Judit Trima, Mireia Chambó, Miquel Aparisi e Iván Cervera quienes, en un trabajo coral, equilibrado y eficaz, fluyen con entusiasmo por esta serie de sketchs que nos cuentan las vicisitudes de una pareja desde las primeras citas a la vejez. Memorables la escena del bebé y el peluche, la borrachera tras la boda, el viaje en coche y el momento del cura y la monja.
La escenografía queda excesivamente escueta (Un ciclorama con sus cambios de iluminación hubiese resaltado todo el montaje) pero bien complementada por los numerosos cambios de vestuario creado por Miguel Aparisi y Miren Fayos. La dirección musical de Gonzalo Manglano (Melómans) cumple su cometido resaltando el texto y se agradecen las canciones en las que el piano es acompañado por algún otro instrumento.
Una tarde en la que el público aplaudió en cada una de las escenas, se divirtió, disfrutó y reflexionó sobre esta inteligente crítica de la vida en pareja.
