Hasta el día 3 de mayo de 2024.
En el año 1928, casi 1929, desapareció del convento de las Carmelitas de Alicante la Hermana Isabela Morata. En la noche de su desaparición, las hermanas aseguraron ver un extraño cuerpo celeste. Algunos piensan que fue abducida por los aliens.
Solo quedó su diario, plagado de visiones proféticas sobre el fin de los tiempos. En su momento pasaron desapercibidos. Hoy en día inquietan por las inexplicables alusiones que en él se hace a Britney Spears, Myspace y Eugenia Cooney.
Esto es lo último que escribió:
Quedan cero días. Die Welt ist fort, ich muß dich tragen. El mundo es tu padre y se ha ido a comprar cigarrillos. El fin del mundo es un perfume d’État libre d’Orange. Huele a palomitas y semen porque es una película y las películas huelen a palomitas y semen. Como las velas de Gwyneth Paltrow. La desaparición de Myspace en 2016. La desaparición de Club Penguin en 2017. La pasión de Cristo. La menarquía de Juana de Arco. Hombres malos jugando a juegos de chicas. Derrida en el Mcdonalds. Chicas guapas metiéndose metanfetamina en Tumblr. La detención de Siyuan Zhao. Eugenia Cooney levantando cajas pesadas en su cuarto. Feto de cordero en útero de plástico. El feto de Britney Spears en 2007. Internet será el útero de tu madre cuando no haya úteros. Die Welt ist fort, ich muß dich tragen.
Pero todo esto es mentira.
Es la ficción a partir de la que se construyen “Las Bodas del cordero”; primera exposición individual de Carmen Llin, una fantasía apocalíptica que mezcla el imaginario bíblico del jucio final con el doomscrolling. Internet como documento de nuestra propia extinción.